Caminó al baño, bajó los tirantes de sus hombros y el camisón resbaló por su cuerpo, dio un paso y salió de él dejándolo justo donde había quedado. Se metió a la ducha y paso varios minutos con la cara bajo el agua hasta que desenmarañó la razón de su incomodidad... de pronto entendió, ahí estaba, era tan obvio...
Le había dejado su aliento impreso en lo más profundo del cuerpo pero no había impronta alguna marcada en su corazón.
Estaba vacío...
Le había dejado su aliento impreso en lo más profundo del cuerpo pero no había impronta alguna marcada en su corazón.
Estaba vacío...