viernes, 18 de julio de 2014

Y me descubro pensando... las cosas que amo de ti






Ni rodillas ni codos de elefante, quiero una piel suave que me recuerde tus manos y me devuelva tus besos mientras me miro al espejo y trato de mil maneras ya no extrañarte tanto. Cierro los ojos y sigo untándome la crema recorriendo mi cuerpo con ella como si fuera la última vez.

Evoco tus ojos que son como tú, siempre echados palante,  que todo lo dicen sin que tu boca se mueva, si explotas de enojo o mueres de amor no puedes callarlo porque ellos lo gritan todo aunque tú presumas siempre ser tan cool. Amo tu cabeza más llena de ideas que de pelo y el sorprendente universo que hanita dentro de ella en donde están las historias y los recuerdos de un hombre, los sueños de un valiente, las ideas de un justo y el honor de un caballero.

Suena el celular y salto, vuelvo al presente exaltada, y entonces veo la hora... cinco minutos pasmada frente al espejo cuando tengo tanta prisa, Dios... nunca llegaré temprano es un hecho estoy maldita; aunque hay peores maldiciones, mucho peores que estos minutos en que me voy y me pierdo y me descubro pensando... las cosas que amo de ti.




domingo, 13 de julio de 2014

¿Cuándo fallamos?



Imaginen que tienen un amigo súper deportista, inteligente,  de esos que siempre logra todo lo que se propone y además lo hace bien, que ha  recibido premios y todo mundo lo admira por los logros que va teniendo. Se convierte en una de esas personas a las que todos ven  como ejemplo por su tenacidad, su empeño y la capacidad de alcanzar todas sus metas.   Un día decide emprender un proyecto muy ambicioso,  planea una estrategia y trabaja duro todos los días durante mucho tiempo pero por azares del destino nunca no lo logra. la pregunta es  ¿falló?
La historia nos da miles de ejemplos que nos demuestran que no siempre los visionarios que lucharon por un sueño son quienes llegan a verlo consolidado.  En realidad muchos construyen sus sueños sobre sueños que otros han tenido antes, y quizá hasta nosotros mismos lo hemos hecho alguna vez. 
Siempre he creído que las personas fallan cuando se fallan a ellas mismas, quienes tienen sueños maravillosos pero nunca se atreven a cruzar la calle para ir a buscarlos, fallan; los que permiten que las opiniones de los demás y las críticas los hagan desistir de buscar lo que quieren, fallan. Aquellos que nunca confían en que pueden llevar a cabo las grandes ideas que tienen... fallan. Pero quienes dejan la vida buscando lo que sueñan jamás fallan, y no importa si alcanzan su fin último o no, pues aún cuando nunca logren por completo lo que se proponían, son ellos los que van abriendo nuevas brechas y caminos, y se vuelven la inspiración de otros, que muchas veces, son los que acaban lo que ellos empezaron. 
La mayoría de los padres, pretenden formar personas  que sepan competir y ganar  en el mundo de hoy; pero la vida no es una competencia ni la felicidad el premio que nos aguarda al final. La vida es un viaje hecho de muchos trayectos, unos buenos y otros no tanto y lo que en verdad deberíamos enseñarles es que no siempre se gana, pero aún así podemos seguir sonriendo y  decir "Hoy no se pudo, pero lo di todo y puedo volver a intentarlo" y si por alguna razón no podemos volver a intentarlo, comprender que a veces  simplemente no es nuestro momento; que lo único  imperdonable para cualquiera es no atreverse, no buscar y no vivir luchando por lo que piensas, sin importar si eres político, maestro, ama de casa, activista o bailarín de ballet.
La grandeza se mide por la entrega y el corazón que ponemos a las cosas que hacemos y aún cuando no se gana, Los grandes jugadores, siguen siendo grandes en la derrota, el truco está en levantarse, recomponerse y nunca dejar de intentarlo.

Un amigo mío sabiamente dijo : "El sueño es la lucha y el camino, no el destino"

Felices reflexiones...

miércoles, 2 de julio de 2014

¿Tú sumas o restas?, aritmética simple de la vida diaria...

Quienes me conocen saben que lo mío lo mío no es la matemática ni el pensamiento abstracto, trato pero me cuesta, sin embargo, trasladando las operaciones básicas al entorno de la vida cotidiana, puedo decirles sin dudar que mi operación favorita es la suma. Sumar es juntar, y es un hecho innegable  que cuando nos sumamos hacemos equipo, que por sus siglas en inglés TEAM quiere decir, Together everybody achieves more —juntos todos obtenemos más—y desde mi óptica esa es la misión que tenemos mientras caminemos por este mundo.

Hace algún tiempo oí a Carlos Alazraky en una entrevista y como contaba que cuando era pequeño su padre vivía lejos, en España creo;  un día le escribió una carta en la que le decía "te quiero con todo el corasón" y el primer comentario del padre al recibir la carta fue: "corazón se escribe con Z". Calculo que Carlos Alazraky ha de tener unos 62 años o por ahí y sentí que aún  lo contaba con un dejo de dolor, ¿se imaginan lo que es para un niño poner sus sentimientos , su "corasón" en un papel con toda la ilusión de hacérselo saber a su padre y que le den esa respuesta? creo que este es un claro ejemplo de lo que es restar en vez de sumar. El papá restó, quitó la importancia del fondo y se concentró en la forma que al final del día con los años, la lectura y la práctica el pequeño Carlos de todas maneras conseguiría. 
Todo esto que les acabo de contar viene a colación del partido del domingo entre México y Holanda en el que lamentablemente perdimos. Leía ayer la columna que Max Opina escribió con vehemencia sobre el tema y de pronto comenzaron a venir a mi mente todos los tuits, posts y comentarios de los que desprecian de todas las maneras posibles a la selección, supongo que lo hacen porque en el fondo les duele y quizá  el trasfondo de esto va mucho más allá del fútbol. Dicen por ahí que el futbol es lo más importante de lo menos importante y sin duda también es un reflejo de las sociedades que representa. 
En el minuto que cayó el 2o gol de Holanda muchos tuiteros no tardaron en poner "Lo mismo de todos los mundiales: Jugamos como nunca, perdimos como siempre" y yo me pregunto ¿será?  ¿De verdad creen que perdimos como siempre? porque señores, lo que yo vi en la cancha fue un equipo que nunca se achicó y luchó hasta el último minuto por ganar contra un equipo holandés,  físicamente superior en varios aspectos y que no es un pan Bimbo para nadie. 
No sé lo que opinen ustedes, pero perder un partido porque el otro demuestra que es mejor, o porque la suerte no nos sonríe es muy diferente a perder porque un equipo desmoralizado se deja ganar; y como yo lo veo lo mismo aplica en todo. Si compites en algo, en lo que sea, un concurso de spelling bee, una competencia de natación. una edición de operación triunfo o una beca en el extranjero lo que importa en realidad es nunca rendirse,  dejar el alma para lograrlo y si por alguna razón otro es mejor que nosotros o algo pasa y no obtienes lo deseado, saber que diste todo y poder sentirte orgulloso aún cuando no lo hayas logrado y ojo... dije orgulloso, no feliz.
Soy una creyente total de la importancia del incosciente colectivo que suma, que une. No me gustan las personas que siempre ven el pelo en la sopa pero no hacen nada para quitarlo y aquellos que se dedican a ensombrecer cualquier acción que no logra coronar un triunfo y dejan de ver todo lo demás para envolverse en el drama y la retórica patética de así somos, México jamás cambiará, claro, no podía ser de otro modo etc... hagan favor de no hablarme hasta que cambien su mood porque neta... me ponen mal. A los que le dieron las gracias a la Selección, al piojo y a la afición por la ilusión, por las sonrisas, los gritos, los connatos de infartos que sufrimos y los goles que gritamos y disfrutamos les digo, ¡esa es la actitud! no se vive de eso, pero con ella se avanza y se ve siempre adelante para ir por más. El pensamiento positivo siempre nos impulsa para avanzar y noten que dije positivo, no conformista, hay mucho por hacer y una golondrina no hace verano.
Les recuerdo también que México ya fue campeón olímpico, y acaba de ser campeón con 7 oros en el concurso mundial de robótica Infomatrix que se celebró en Bucarest el mes pasado donde los estudiantes del Politécnico Nacional se enfrentaron a 22 países que no comen piña en el tema. Este es solo un ejemplo de que México ya no es el mismo de antes y de que hay una nueva generación de mexicanos que le entran con todo contra quien sea y no se sienten los ratoncitos verdes del cuento que a la primera de cambios ya se quieren ir a su casa a llorar su derrota.
Lo digo siempre... sí, México tiene miles de problemas, sí el futbol es usado como pan y circo —como tantas otras cosas y por mucho lo prefiero— porque ¿saben qué? el fútbol nos une y en este México de las divisiones que tantos promueven y exaltan porque así conviene a sus intereses, es lindo saber que de pronto las calles se vacían y la mayoría de los mexicanos estamos en lo mismo sin importar clases sociales o condición, con la verde puesta, original, pirata, nueva o de hace 4 mundiales o simplemente con lo que encontramos verde en el closet y con los ojos puestos en ese equipo que durante 90 minutos sigue sin importar lo que pase y nos vemos en él. Sin duda tengo que reconocer que me fascinaría ver  que nos unimos así para otras cosas que son verdaderamente urgentes y trascendentales para este país.
Claro que es triste perder, claro que se sufre y cuesta entenderlo pero lo que nuestros hijos deben entender es que en fútbol, al igual que en todos los ámbitos, este país tiene la capacidad de ser grande, de no dejarse caer, de levantarse una y otra vez para seguir luchando hasta conseguir lo que queremos.
Así que si eres de los que escupiste toda tu amargura y veneno y hasta llegaste a decir "qué bueno que perdimos" o de entrada le ibas al otro equipo porque no crees en México, por favor piénsalo 2 veces y si no tienes nada bueno que aportarle a este país, te sugiero que pases a hacer tu trámite y te vayas a vivir a uno que merezca tu admiración, tu respeto y tu amor.



Ah, y los que se ofendieron por el Tuit de KLM...  ¡no me amuelen! ¿no han oído eso de "el que se lleva se aguanta"?

Felices reflexiones...