Si bien la felicidad se concibe a veces como un estado al que se llega la pregunta es ¿Cuándo?... la respuesta es cuando vives. La felicidad no es un objetivo al que se llegue cuando se cumplan ciertas condiciones, es una manera de vivir, es una actitud que decido tener ante lo que me sucede sin importar si es bueno o malo, claro que todos en algún momento llegamos a sentirnos tristes, o molestos o enojados, pero esos son estados temporales, la felicidad es definitivamente una decisión personal y nada ni nadie nos puede hacer felices si el sentimiento no sale de nosotros hacia el exterior.
En esta lucha constante por elegir ser felices aún con los problemas, aún con las tristezas, preocupaciones y penas que la vida nos va dando, hay varios ladrones que conspiran para robarnos esa felicidad y uno de ellos es sin duda el miedo a cambiar.
Recuerdo que hace unos años vi un recorte de periódico con la siguiente leyenda "La resistencia al cambio es una clara señal de que se está en vías de extinción" Plop... qué duro y sin embargo, jamás leí algo más cierto por que esos ciclos que la vida va abriendo y cerrando ante nosotros, no siempre son fáciles y dulces, a veces son totalmente inesperados pero cambiar es una condición de estar vivo y es la oprtunidad de editarnos, reinventarnos, ser mejores y alcanzar nuevos límites, así que si hoy cambias de casa, ciudad, trabajo, coche, look, actitud, jefe o dieta o si te descubriste la cana, la arruga, no ves tan bien y la ropa como que se encogió un poquito, medita sobre esto aquilata lo que tienes, no tengas miedo y piensa simplemente "yo soy lo mejor que tengo y puedo con esto y más por que tengo actitud, inteligencia y personas que me aman, y por que la vida es una constante evolución que merece la pena experimentarse"
Abracemos los cambios con una sonrisa y con la convicción de que en este viaje maravilloso llamado vida lo mejor... aún está por venir.
¿Quién dijo miedo?
Felices reflexiones
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