Conduzco por Masaryk, es una buena tarde de verano no llueve y no hay demasiado tránsito, el semáforo se pone en rojo, me detengo y pasa junto a mi un vendedor de flores, me las enseña y con la mano, le hago el gesto de que no quiero nada... El hombre sigue su camino y de repente pienso... son gardenias, mis favoritas para poner en floreros pequeñitos en la recámara y el baño para que al entrar su perfume me llegue como un regalo... qué diablos, le toco el claxon y voltea, viene corriendo y me dice "una 15, dos por 25"... "llévese todas por 30" hmmm mi día de suerte, 4 ramos de gardenias por 30 pesos... qué bien, en dos semanas habrá mar, habrá tardes espectaculares de atardeceres rosados, habrá saguaros y choyas pero no habrá gardenias y las extrañaré, no lo pienso más y las llevo conmigo. La vida debe ser disfrutada en el momento y hoy... habrá perfume de gardenias, un pequeño lujo que pronto no podré darme...
Felices reflexiones
Amo las gardenias ;)
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