Reflexiones, anécdotas, cuentos y cosas que pienso y siento...
jueves, 3 de noviembre de 2011
La aventura del 281
Hace algunos años, 25 para ser exactos, mi "partner in crime" favorita Muk y "yours truly" pasamos un verano memorable estudiando francés en Montreal. Nos habían dado la opción de alojarnos en una casa con una familia o de quedarnos en la YMCA, obvio nos decidimos por la Y un 1o de julio llegamos al aeropuerto ilusionadas, felices y al pasar migración... "surprise, surprise"... miss Muk había olvidado la visa de estudiante y se la llevaron al cuartito del horror... finalmente salió con la condición de que se la mandaran y regresara a llevarla. Una vez afuera no había taxis disponibles en el aeropuerto así que al llegar uno el conductor nos propuso que lo compartiéramos con el único pasajero que esperaba antes que nosotros. Ante la inexistencia de una mejor oferta accedimos y subimos a la parte trasera del auto mientras el hindú ocupó el asiento del copiloto y dijo -à la Chine s'il vous plait (a La china por favor) y la Chine... más bien era la Ching.... por que les juro que estaba en casa del payaso... llegamos y tras hacer el registro e instalarnos en nuestra habitación procedimos a desmayarnos en la cama.
Al día siguiente nos presentamos en la escuela, nos lanzamos a caminar para ubicamos en el mapa y empezamos a conocer a nuestros compañeritos y entre estos compañeritos estaban 2 hermanas catalanas Eva y Gemma, divertidas, chispeantes y entrañables al minuto 2 de conocerlas.
Una tarde llegó corriendo Muk para decirme que Gemma y Eva solicitaban mi presencia en las regaderas para hcerme una"proposición interesante"...
Al llegar a los baños las encontré sentadas en el piso, envueltas en la toalla me vieron con mirada traviesa y dijeron -Eh que nos han dicho de un sitio... donde bailan hombres..--Ahhhh, claro, el 281--- respondí... y las 3 se me quedaron viendo con cara de WTF y esta ¿cómo sabe? pues no sabían q había escuchado al encargado un día recomendando el sitio a otras huéspedes.
Total el siguiente viernes salimos con cara de travesura buscando pasar un rato divertido. Aclaro que nunca en mi vida me había yo parado ni el el Chip'n Dale de México ni en ningun otro antrillo del estilo, en realidad no me provocaba pero ya en grupo y como excusa para reírnos sonaba bastante divertido.
Llegamos al lugar, era bastante normalito por fuera y al entrar había una recepción tipo vestibulo de cine y una entrada del lado derecho junto a la caja sin más puerta que una cortina de terciopelo rojo que un monote en tanga, con botas vaqueras y pelo largo setentero procedió a abrir para dejarnos pasar.
Una vez adentro nos sugirió que nos sentáramos en la barra, alrededor de la pista, lo cual nos pareció "demasiado" generoso y preferimos una mesa. La música sonaba y el show aún no había empezado, así que nos concentramos en estudiar a la concurrencia. A nuestra derecha ¡un cumpleaños! por qué no señores, que no se pierda la bonita tradición de que tus papás te lleven con tus hermanas mayores a ver hombres que se desnundan bailando, Vivan los países desarrollados... primeros weirdos de la noche...
Esquina superior izquierda frente a la pista, Una supernumeraria cincuentona -o por lo menos parecía- con choclo tipo ortopédico, suéter y falda negras, pelo corto y lentes. La típica mujer mayor piadosa que puedes ver saliendo de misa de 7 todos los días... con banquito enfrente donde le bailaba un güero de 1.90 con una mega guacamaya tatuada en la espalda y al que frecuentemente le colocaba billetes dentro del taparrabos, weirda número dos... En el tercer lugar en la lista estaba una bella mujer con un sexy vestido blanco, pelo recogido y aretes largos sentada sola en la barra con una bebida en la mano y sin ninguna expresión de júbilo o entretenimiento en particular.
Empezó el show y uno tras otro los hombrecitos hicieron pasos y acrobacias atrevidas para el deleite de la audiencia que al contrario de lo que me habían dicho que pasaba en México no gritaba ni se convulsionaba a punto del orgasmo. No, solo miraban y aplaudían.
Llega el momento en que el primer hombrecito se desabrocha un lado, se desabrocha el otro y exhibe orgullosamente su anatomía de fisicoculturista, luego estira la prenda la dirige hacia el pérchero en el otro extemo de la pista y pingggggg la cuelga ante la mirada incrédula de los espectadores -eso sí me impresionó lo acepto-.
Así pasaron varios, entre ellos el de la guacamaya que literalmente tuvo que escapar de la abuela insaciable que lo retenía a billetazos. Después de unas dos horas, muchas risas y comentarios pícaros salimos de ahí con esa sensación de haber sido cómplices en una travesura divertida de esas que cuando se recuerdan siempre nos hacen sonreír.
Hoy la he recordado porque es el cumpleaños de Eva y hasta Barcelona extiendo mis brazos para decirle que la quiero y que siempre recuerdo el maravilloso verano del 87... ¡Feliz cumple amigaaaaa! deberíamos repetirlo...
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La única vez que he ido a un sitio de estos fue en La Bare (http://www.labare.com)que fue a donde me llevaron mis amigas de "despedida de soltera" sorpresa... jajaja nos divertimos a montones, pero eso sí, llegando al sitio les advertí que les dejaría de hablar a todas si me hacían subir al escenario como le hicieron a otras "novias" en sus despedidas...jajaja...
ResponderEliminarAhhh qué recuerdos, como si fuera ayer...
Besos!
@Animelda
Lo mas interesante de esos lugares, son las personas que acuden a ellos.. te encuentras con cada sorpresa... y si.. definitivamente hay que conocerlos y por acto de magia... se acaba el encanto... o por lo menos para mi, así lo fue.
ResponderEliminarSaludos Yol
@missanamari