Las encontré en la arena de la orilla del mar eran mis ilusiones... mis deseos más profundos y las quise guardar, en canastas, en frascos y decorar con ellas cada rincón del tiempo.
Y así pasó la vida y se fueron cumpliendo aunque algunas quedaron colgadas del tintero pero al llegar la hora de regresar a casa un día tomé los frascos y también las canastas, saqué los caracoles y pensé fui feliz y ahora les toca a ellos... A esos que ya vienen a estar donde yo estuve y llegarán con sueños igual que yo los tuve.
Tomé los caracoles y los devolví al mar pensando en lo vivido, en las palabras dichas; en las puestas de sol, en los buenos amigos; los brindis y los besos, los momentos que hoy rompen el silencio con los ecos del mar donde dejé empeñada una parte de mi alma, momentos de mi vida que hoy solo son recuerdos. Hoy pienso en todos esos que ocupan mi lugar que recorren la playa buscando entre la arena sus nuevas ilusiones que algún día fueron mías y que devolví al mar para que hoy sean de ellos.
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