domingo, 18 de agosto de 2013

Colores, sabores, ideas incongruentes y lo que diría mi abuela...

El domingo se escurre entre las manos de millones de chicos que ven como las vacaciones llegaron a su fin y  entre las de sus padres... a partir de mañana volveremos a la rutina escolar, esa cosa linda de:
   —levantateeeeeeee que ya es tarde!!!,
   —mamá no me has hecho lunch...
   —maldita sea qué todos decidieron salir a esta hora???? el camión se va a ir...
Al final del día es solo la vida que nos ofrece una nueva oportunidad de aprender, de echar a perder, de divertirse, de sufrir con tareas, exámenes y trabajos que pasarán tan pronto que en unos meses otra vez estaremos preparándonos para el verano... Buena suerte chicos,

Así las cosas me detengo a pensar en lo que fue mi semana... una semana de mucho pensamiento, de lecturas interesantes, de conocer gente genial,  podría contarles de la Charity Coalision que encabeza Francesca D' Agata y las increíbles obras de caridad que apoyan con diferentes asociaciones; de lo mucho que me servirán los insights que Barbara Franco me dio sobre una guía de la ciudad que acabamos de producir  con su visión de expat que vive en México desde hace 40 años.
También les podría describir la maravillosa sonrisa de Lalo Palazuelos que a través de su amena plática nos deja ver que su pasión por la vida es enorme y va mucho más allá de la cocina de fusión y los sabores exóticos, que ama la historia, que ama Acapulco, que ama a su madre de quien habla con admiración profunda...  "un tipo de Indiana Jones moderno", así se auto describe y creo que le queda bien, un hombre con ese encanto que emana de los hambrientos de conocer lo que hay en mundo, y sin embargo conserva la sencillez y amabilidad que muchos pierden al hacerse de un nombre... Esta semana iré a probar su cocina mexthai y los camarones sol y sombra en Mar del Zur... ya les contaré.

Ayer hice un ejercicio divertido de esos que me encanta hacer por convivir y ver los diferentes puntos de vista fue preguntar a mis amigos y TL si yo fuera un color cuál sería. Las respuestas fueron geniales, 4 o 5 dijeron que sería un arcoiris, 3 que sería rojo, 1 naranja, 1 Fucsia (o como se escriba), 2 color piel o nude que dizque es ¨muy sensual¨ jajajaja, otros dos dijeron que verde y uno de ellos especificó ¨verde menta¨ y  alguien más me dijo que dorado metálico. También hubo quien dijo que azul turquesa o azul como el mar... Lindas respuestas todas. Agradezco siempre con el corazón a quienes se toman el tiempo y contestan, se siente padrísimo que nos hagan caso. 
En realidad yo creo que sería rojo pero no sé, la verdad es que somos como bien dicen una gama inmensa de tonalidades desde la más brillante hasta la más oscura y eso es maravilloso...
Esto del color salió de un temita al que le di vueltas tooooda la semana...La congruencia... tan  preciada...  nunca falta quien nos recuerde lo importante que es pensar, sentir y actuar de manera congruente; lo que nadie nos dice es lo difícil que es hacerlo y como a veces una parte de nosotros quiere una cosa y otra  algo diferente, una opina que algo está bien y la otra nos dice " ¿has perdido el juicio o qué?" decidimos comernos el pastel porque es delicioso y al morderlo una vocecita interior nos dice ¨nunca seráss flaca eh¨... Qué difícil...poner las voces interiores de acuerdo  es casi imposible 
¿ no? y ahí voy de nuevo... y me tiro como gorda en tobogán a darle vueltas a las ideas y a pensar y pensar... llego a una conclusión, no se si es buena o es mala pero es la siguiente:
Los humanos de una u otra forma amamos las travesuras, la emoción de hacer cosas que tal vez no van totalmente de acuerdo con lo que pensamos pero de algún modo, por extraño que parezca, son gratificantes, estimulantes y nos inspiran. Claro, hay de travesuras a travesuras  y hay de locos a locos; pero la vida sin estas travesuras, sin momentos de indecisión o sin un poco de esa incongruencia no es vida... esto es parte de la gama de ese color, o colores, que somos. A veces somos pura luz, pero otras  nos acercamos al dark side y en eso hay algo de bueno porque es la manera en que realmente nos conocemos más profundamente, sabemos cuáles son nuestros límites, nuestras debilidades y hasta que grado de oscuridad podemos llegar...
En honor a la verdad creo que es mucho más meritorio conocerse así y aprender a moderarse tratando de vivir ¨lo más congruentemente posible¨ que hacerse el santo que nunca se acercó a la tentación... Dicen por ahí que es mejor pedir perdón que pedir permiso quizá es verdad, arrepintámonos de las cosas que hicimos con gusto y pasión y no de lo que dejamos pasar matando las ganas irrefrenables de hacerlo...  me parece que la llave que abre esa puerta se llama prudencia.

Por alguna razón esta semana también me acordé de mi abuela... 
Le decíamos Mamá ito porque se llamaba Consuelo pero la verdad es que me hubiera encantado llamarla abuela aunque nunca se lo dije. Le hablábamos de usted porque mi abuelo —a quien nunca conocí pues murió antes de que yo naciera— era del norte y esa es la costumbre en esa región del país... se insultan si tu quieres pero siempre se hablan de "oiga papá"... aunque ella nunca le habló de usted a sus padres... cosas de la vida
Mi abuela era pequeñita de estatura, como yo, nunca fue una beldad pero tenía lo suyo, unos ojos azules que miraban bonito y eran dulces pero que ardían en chispas cuando estaba enojada y era de temerse. Sin duda lo más encantador que recuerdo de ella era ese carácter echao p'alante,  era valiente e inteligente y era curiosa. Le encantaba leer, sabia hacer mil cosas y siempre estaba aprendiendo algo nuevo, hablaba francés, pintaba rosas como nadie, cosía, cocinaba maravillosamente, bordaba, tenía mil amigas; se reía mucho, amaba las bromas y siempre tenía una historia interesante que contar de sus viajes por el mundo...  Esa era mi abuela una gran mujer contenida en un cuerpo pequeñito, una dama de ojos pícaros que brillaban cuando hacía comentarios ligeramente subidos de tono. No sé pero algo me dice que coincidiría conmigo en este tema de las travesuras en la vida.

Felices reflexiones...





domingo, 11 de agosto de 2013

La mujer que escribía...

Estaba sentada en el café, tecleaba y después releía lo que iba escribiendo mientras se mordía el índice de la mano izquierda, el café a su lado humeaba y esparcía su aroma en el ambiente pero ella ni siquiera lo miraba... parecía como si estuviera en otro lado... supongo que en cada palabra que escribía le hablaba a alguien desde el fondo del corazón...de pronto unas lágrimas brotaron de sus ojos aunque extrañamente sonreía 
Y entonces la vi llorando y sonriendo enmarcando con su melena despeinada su rostro que era una síntesis perfecta de lo que es la vida... tan dulce a veces y tan amarga otras.
Leyó una vez más, y mordiéndose el labio inferior apretó send. Se recargó en el sillón de terciopelo morado.  tomó el café  entre sus manos y le dio un sorbo mientras miraba por la ventana con la vista fija en algún punto perdido. 
Me hubiera encantado saber qué escribía y a quién... a un hombre sin duda, esa mirada solo la dan ellos y esa sonrisa también...
Pasaron los minutos y volvió a la realidad y viendo que la miraba me sonrió, cerró su laptop, guardó sus cosas, se levantó y salió por la puerta con un aire de misterio de ese que despierta la curiosidad de cualquiera que es testigo de un pedazo de historia de las que hacen que la vida valga la pena...