lunes, 21 de abril de 2014

De vez en cuando... la vida

Amanece, conduzco de regreso de dejar a mi hijo mayor en la escuela y veo las luces de la ciudad a lo lejos y me gusta. El encanto de las luces en la lejanía es una de esas cosas a las que no me puedo resistir,  momentos de intimidad con nosotros mismos antes de empezar el ajetreo del día. Algunos los buscan corriendo o haciendo yoga o meditación a esta hora lo cual me parece increíble, ojalá yo tuviera esa programación, pero en mi caso la capacidad física antes de las 9 de la mañana se limita a diferenciar entre izquierdo y derecho... no me pidan más, mi cuerpo no se activa tan temprano, necesita luz y sol para despertar.
Pero a diferencia de mi cuerpo... mi mente vuela, hacia atrás, hacia adelante,  a los lados, para arriba, para abajo, y es cuando generalmente me caen los veintes, me hablo a mi misma, me acuerdo de cosas, pienso en los pendientes y cosas que quiero hacer etc.
Últimamente en todos estos ejercicios me ha caído la vida, y no lo digo en el sentido de "ya di el viejazo" sino en darme cuenta que ya soy mayor... que por más que siga haciendo cosas y aparentemente me vea más o menos igual y me sienta bien, los años han pasado, que mis hijos crecen y crecen y empiezan a buscar su libertad y tienen problemas, inquitudes y necesidades de chicos más grandes que requieren más esfuerzo  y ejemplo que las palabras de Barney y una galleta.
Que mi padre tiene 85 años y un corazón que ya no funciona tan bien, que frecuentemente se queja de dolor y empieza a tener achaques que nunca había tenido y  hago conciencia de que puede irse pronto y entonces me duele el corazón a mi... y miro a mi madre que se preocupa por él como nadie y pienso en lo que debe ser para ella que de 9 hermanos solo queden 2... la mayor murió la semana pasada a los 92 años, que duro debe ser que se vayan adelantando.
Y de pronto eres el adulto responsable, pero no el que carga al bebé o lleva al niño a la escuela y se encarga de educarlo, sino el que tendrá que ver por el adulto que hizo lo mismo por él y verlo partir con el corazón agradecido y entre lágrimas.
Y a lo que quiero llegar con todo esto es al hecho de que, no sé si algunos de ustedes sientan lo mismo pero te enamoras, te casas, trabajas, tienes hijos, vas, vienes y parece que por mucho tiempo las cosas siguen igual y de pronto casi en un santiamén la vida te mira y te dice "¿ya viste cómo he pasado?" y sabes que empezarán a suceder cosas que te marcarán, y que habrá cambios naturales y tendrás que fluir con ellos y dejar ir y cambiar... y también me recuerda que he sido tan afortunada que tendré que hacerlo agradecida besando cada minuto y abriendo los brazos a nuevas etapas que están por llegar.

De vez en cuando la vida nos dice "hey, tranquila que todo pasa así que flojita y cooperando"




Felices reflexiones...

miércoles, 9 de abril de 2014

Reflexiones en rojo 2...

Dice la psicología del color que el rojo se asocia con  la guerra lo irónico es que también se asocia con el amor. El chiste se cuenta solo... tal vez por eso dicen que en la guerra y en el amor todo se vale.


Cuando pensamos en la guerra generalmente nos vienen a la mente imágenes terribles como las que CNN se encarga de mandarnos todos los días de niños mutilados por las bombas, ciudades en ruinas, muros que no aguantan un agujero más de bala, destrucción, sangre, sufrimiento... sin duda estas guerras son terribles, crueles y dejan a su paso odios que se transmiten de generación en generación. Sin embargo reflexionando sobre el significado de la palabra guerra,  el concepto también significa lucha, confrontación, pelea; lo cual me lleva a pensar que  existen muchos tipos de guerras y al final del día la vida por nuestra naturaleza humana está llena de pequeñas batalas que luchamos día trás día, cada uno desde su trinchera con mayor o menor pasión según sea nuestra personalidad, nuestra entrega y la intensidad con la que vivimos nuestras circunstancias.

Frecuentemente luchamos contra nosotros mismos, contra nuestros defectos, nuestras debilidades, nuestros impulsos y malos hábitos en un esfuerzo por mejorar o evolucionar. Hay luchas nobles como aquellas contra la injusticia, la desigualdad, el hambre, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia, etc... y personas grandiosas que se convierten en inspiración para otros por su manera de luchar para hacer del mundo un lugar mejor y más armónico. 
Observada desde este punto de vista la guerra es la vida, pelear por ganar una cuenta, una medalla, por  una beca. Luchar contra nuestros miedos, contra nuestro ego, nuestras limitaciones; contra los embates de la vida requiere valentía y para ser valiente hay que tener la seguridad de que lo que hacemos tiene un valor y un sentido y a veces solo nosotros lo podames ver.
La lucha implica frecuentemente una confrontación con el otro —lo cual, debo aceptar, es de las cosas que más detesto en la vida— sobre todo porque el otro no siempre es un desconocido que nos atiende en un mostrador, y más veces de las que quisiéramos, es alguien tan cercano como un compañero de trabajo, un amigo de toda la vida, un hermano, un padre. Habemos muchos que le sacamos la vuelta a la confrontación, que rehuimos decir las cosas por que es molesto e incómodo y porque en realidad nos cuesta mucho hacerlo.
La vida me ha enseñado que las confrontaciones sirven y que si se manejan bien y entre personas inteligentes  el resultado generalmente es muy bueno,  de nada sirve guardarse las cosas e ir creando una bola de nieve que con el tiempo se convierte en una masa gigantesca que nos aplasta y acaba provocando una masacre de sentimientos negativos y separación.
A veces hay que decir o hacer cosas que no son lindas, que sabemos que por más cuidadosos que seamos lastimarán al otro, que saldremos raspados y con moretones y hasta podríamos salir heridos de muerte,  pero ni modo...  gotta do what you gotta do y nadie se salva; a todos nos tocará echarnos una de estas guerritas varias veces en la vida y lo mejor que podemos hacer es abrir el corazón y entrarle... porque eso es la vida y hay belleza en estas guerras y la oportunidad de ser grande.

felices reflexiones...

lunes, 7 de abril de 2014

Reflexiones en rojo 1...

Resulta que soy una Diosa Roja...
Debo aceptar que el color me va bien, en casa hay paredes rojas, cojines rojos, un tapete rojo que venimos cargando desde la medina de Fez y cuando lo desenrollamos al llegar, resultó tener flecos de un solo lado. También hay cuadros con gran cantidad de rojo en ellos y unos sillones rojos  –aunque ya un poco descoloridos– en la sala. Tengo pantalones, tenis, pulseras aretes y otros accesorios rojos... y un vestido que uso cuando quiero que mis pasos se noten porque el rojo es para ser visto, es un statement en toda la extensión de la palabra.





Todo empezó con un taller de creatividad vivencial en el que fui a parar con otras 10 mujeres porque supongo que así debía ser, cada una salió de ahí con las historias de las otras rondándole las ideas y un color que trabajar toda esta semana. Es un buen grupo, diverso, polifacético, multicolor... 11 mujeres muy diferentes pero diosas al fin y al cabo con características especiales y mágicas todas.

pero bueno... pasando a lo que nos atañe ¿qué connota el rojo?
Leyendo artículos sobre psicología del color, los autores coinciden en lo siguiente


Amor y Odio, Calor y Pasión

Fuerza, Agresividad y Vida

Felicidad, Cercanía y Extraversión

Guerra, Peligro, Prohibido

Seducción, Sexualidad, Erotismo, Pasión e Inmoralidad



Se relaciona con una personalidad extrovertida , de temperamento ambicioso, vital y material e impulsiva.  Simboliza fuego, calor, revolución, alegría, acción, fuerza, disputa, desconfianza, guerra,lucha, por lo que fue utilizado incluso en la antigüedad por emperadores y generales romanos. 

 En forma negativa, representa desconfianza, destrucción, crueldad, rabia.

Pero el rojo también representa la sangre, el sacrificio, el dolor, la fertilidad. En los países de clima frío,  el rojo tiene un significado positivo. En ruso lo rojo (krasnij) es hermoso, magnífico, bueno, valioso. El rincón rojo era el lugar de honor para los iconos. Unas palabras rojas son unas observaciones ingeniosas. La Plaza Roja de Moscú es la plaza hermosa y ya se llamaba así mucho antes de la revolución.
Las mujeres hindúes llevan vestidos rojos a su boda  porque el rojo es el color sagrado deLakshni, la diosa india de la belleza y la riqueza y en la antigua Roma las novias llevaban el flammeum, un velo rojo hecho especialmente para la ocasión por un tejedor de velos de novia.
Se creía también que el rojo funcionaba como  contra el mal de ojo o el mal en general...

En esta primera reflexión sobre el rojo me concentraré en su relación con la sangre, con los lazos que se tejen entre las personas. Quizá muchas veces los lazos no sean por una relación familiar y sin embargo son tan fuertes que se vuelven como los de sangre. Entre personas cuya conexión en algún punto de su vida es tan mágica que parece que se conocieran de vidas pasadas. Quizá sean lazos que se han tejido en otra dimensión y que han viajado a través del tiempo y el espacio... 
Me gusta ser Diosa Roja y ser como la sangre que fluye y conecta, que lleva el oxígeno a los órganos, que tiñe todo a su paso y deja una marca difícil de quitar. la sangre hermana y si falta o se contamina mata...Por la sangre se llora, se lucha y se redime. La visión de la sangre es generalmente escandalosa. a muchos los hace palidecer y hasta sentir naúseas o desmayarse y puede llegar a intimidarnos pero la sangre es la vida y la vida es  así, poderosa, intensa, te marca y nunca... nunca,  pasa sin dejar huella.

Felices reflexiones