Cuentan las malas lenguas —y las buenas también— que existe una montaña muy alta que mira al mar y que cada 365 días un anciano alto y delgado de barba blanca muy larga y un pequeño niño se reúnen y conversan unos minutos antes de que salga el sol.
Al asomarse el primer rayo de sol en el horizonte, el viejo desaparece para siempre en entre chispas de luz que iluminan al pequeño un buen rato mientras este sonríe maravillado.
Al asomarse el primer rayo de sol en el horizonte, el viejo desaparece para siempre en entre chispas de luz que iluminan al pequeño un buen rato mientras este sonríe maravillado.
Dicen también que la conversación entre ellos es siempre la misma y algunos curiosos que saben de este ritual incluso han querido escabullirse y llegar lo más cerca posible para escuchar lo que dicen.
—Estoy nervioso, y ¡tengo miedo!
—No hay de qué tener miedo pequeño, todos lo tuvimos y todos lo superamos. Será divertido, ya lo verás...
— Pero, ¿y si no sé ser un buen año?
El anciano sonrió e incluso dejó escapar una pequeña carcajada mientras miraba al pequeño con sus ojos llenos y cálidos.
—¿Tú?, tú no eres bueno, ni malo, en 365 días serás como yo, un cúmulo de experiencias, hechos grandiosos y actos comunes, fenómenos raros, sentimientos, éxitos, fracasos, amor y desamor.
—Pero ¡quiero ser un buen año! —replico el pequeño— quiero que cuando termine mi tiempo el mundo sea mejor, quiero que me recuerden con cariño, como un buen año y sobre todo quiero que sean felices.
—Uffff, excalmó el abuelo...Esa no es tu responsabilidad pequeño, es de ellos. Solo ellos pueden decidir cómo llenar sus días, sus horas, como hacer que valgas la pena y no importa cuanto te esmeres algunos te recordarán con alegría y otros con dolor. Así es la vida y tú eres solo una fracción de ella y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.
Créeme te sorprenderán... solo ellos pueden sonreír ante la adversidad y levantarse después de caer, tener ideas grandiosas y llevarlas acabo, enamorarse o dejar de amar. Habrá a quienes verás crecer y elevarse entre los otros, habrá otros que se queden en el camino de la desesperanza y el fracaso y permanezcan ahí tirados ante los ojos de los demás sin ganas ni ánimo de cambiar pero aún así no habrá nada que puedas hacer por ellos... Que sean felices o no es una decisión personal.
Es su responsabilidad, solo ellos pueden decidir como vivir y como reaccionar ante las cosas de la vida.
Así que no te preocupes, serás grandioso para unos y terrible para otros. Solo se y míralos vivir, deja que te maravillen y observa todo aquello que son capaces de hacer en 365 días.
Dicho esto lo abrazó, camino unos pasos hasta el borde de la montaña, volteó una última vez para decirle ¡Buena suerte!
Entonces el primer rayo de luz se asomó sobre el mar y el anciano desapareció entre luces brillantes.
El cielo se llenó de luz. El pequeño sonrió pensando"Aquí voy... seré un gran año" y la vida, retomó su curso.
Felices reflexiones, feliz año nuevo,
https://www.youtube.com/watch?v=pgltSp_mU7M#t=134