domingo, 17 de abril de 2016

Desconectados...

La noticia de la desaparición de Ana Cris de 19 años, hija de una compañera de la prepa, y su novio,, corre como la pólvora por las redes sociales desde hace dos días. Como siempre pasa en estos casos hay un hermetismo entendible por las averiguaciones, temas de seguridad, etc. que hay que considerar en los casos de desaparición de personas y que competen solo a la familia y los más allegados y a los demás solo nos queda unirnos en oración para que vuelva sana y salva con su familia.  Alguien convoca a una misa por el regreso de Ana cris y asisto con unas amigas.  Muchos de sus amigos están ahí, jóvenes aún incrédulos e impresionados de que su amiga haya desaparecido así algunos incluso lloran. Empieza la misa y  el padre menciona las intenciones por las que se ofrece, yo ahí muy sentadita, observando a las personas y escuchando al sacerdote... 1a. lectura, salmo, 2a. lectura, evangelio y llegamos al sermón. El párroco empieza a hablar; habla del buen pastor, del rebaño, de las ovejas buenas; de que los padres debemos ser buenos pastores, de que los hijos deben ser buenas ovejas y ya para ese momento yo estoy  enloqueciendo con el speech Really?, ni una palabra a los jóvenes? pues no, nunca menciona el motivo por el que muchos estamos ahí, no habla, sobre la fe, la fortaleza que Dios nos da en los momentos difíciles o sobre el mismo buen pastor que en todo momento cuida a sus ovejas. A cada palabra voy recordando los motivos por los que dejé de ir a misa. De pronto se me ocurre que muchos padrecitos deberían tomar el workshop de técnicas de presentación de Rul Cardós... ¿Cuál es la idea?, dilo en corto, hay que conectar con quienes te oyen, nada de blablabla y de repetir y de repetir y de repetir lo mismo, lo mismo, lo mismo varias veces...Pero el padrecito sigue hablando, habla del seminario, le hace preguntas a los fieles sobre qué tipo de sacerdotes les gustaría tener y sigue sin conectar un segundo con los sentimientos de los asistentes que, estoy segura, hubieran volcado su atención en él si hubiera tenido la inteligencia y sensibilidad de adecuar su mensaje a las circunstancias. Largo, aburrido y sin conexión salgo entre de malas y frustrada pensando en esta oportunidad perdida de transmitir un mensaje que cale, que conecte, que deje algo bueno y profundo; en este no prestar atención a nuestro entorno, a las personas, a sus necesidades y deseos, a sus sueños. Una de las cosas que el mundo necesita hoy más que nunca es personas que conecten con las otras desde el corazón, empatía, ojos que se encuentren y caras que se devuelvan sonrisas que nos reafirmen, actitudes y palabras que nos digan ¡eres importante!   yo soy otro tú y tu eres otro yo o como dijeran los mayas... IN LAK'ECH HALA KEN

Felices reflexiones...