miércoles, 25 de mayo de 2011

La perfecta imperfección del ser...

La había tocado... y sintió... era raro, nadie la había tocado en años haciéndola sentir así, para eso tenía el simulador xxx que le había brindado horas de placer incontenible estimulando sus sentidos al máximo en la intimidad de su estudio, sin tener que preocuparse por la lencería sexy,  por si estaba depilada o no, por si había engordado algunos kilos o si su aliento no era fresco o por que hacía meses que no se hacía el pedicure y tenía las plantas rasposas... también estaba el twittero con el que hacía sexting varias veces a la semana que le decía esas frases sucias que la llevaban a donde ella quería... y además a veces jugaban y compartían videos quedándose despiertos hasta ya entrada la madrugada. Sin embargo el simple roce descuidado de la mano sobre su rodilla mientras almorzaban había provocado que se le vinieran a la mente imágenes de eventos pasados, caricias que habían existido en otro tiempo en el que había sido tan amada, tan plena, tan feliz...  luego todo había terminado del peor modo posible y entonces se había jurado nunca volver a pasar por eso... pero en el fondo lo añoraba, añoraba las sensaciones, el calor de la piel, el olor del aliento, el sonido de los latidos del corazón del otro, la humedad de los cuerpos que se encuentran por fin y que con ansia se devoran para hacerse llegar al cielo aceptándose como son, rindiéndose ante la perfecta imperfección del otro y dejándose conquistar por completo en un acto de aceptación y entrega totales...
Esa tarde después de quedar con él a las 8, se entregó a todos los rituales de belleza por tanto tiempo olvidados, sacó el negligé más sexy, puso una botella de chablis a enfriar, llamó a su restaurante favorito y ordenó foie gras, fresas cubiertas y otras delicias porque ella no cocinaba.
De pronto sonó el timbre,  abrió la puerta y le sonrió; había recordado que la secreta gloria de la pasión y los placeres de la piel son solo de los que se atreven...

Una historia surgida alrededor del tema ¿las tecnologìas modernas llegarán a sustituir alguna vez al sexo?

Felices reflexiones...

3 comentarios:

  1. Pues más que cursi, se me hizo sexy, espero que nunca la tecnología llegue a suplir al humano, es imposible, aunque a veces es más sencillo, menos complicado, a un dildo lo guardas en un cajón y no le llamas hasta que lo necesitas, pero a un cabrón no! jajaja Todo tiene sus ventajas, pero como dices, viva la perfecta imperfección!

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  2. Buenísimo, me ha parecido un relato fresco, real y lleno de sensualidad.

    Felicidades, me quedo por aqui leyéndote.

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  3. Imagino que él, al abrir la puerta, la vió, recordó el roce de esa rodilla en su mano, cayó rendido ante su aliento, su belleza, pero...antes de dejarse rendir a los placeres de la piel y la gloria de la pasíon, sacó su teléfono, y se puso a buscar qué era el foie gras, cómo se quita un negligé, y cómo se toma un chablis.

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