domingo, 26 de agosto de 2012

Esa bendita locura...

Borja... una pequeña comunidad de Zaragoza, apuesto que la mayoría de nosotros jamás habíamos escuchado nada de ella. Un óleo con del siglo XIX de un artista sin renombre con una representación del Ecce Homo, bastante dañado, sobre la pared de una iglesia y una mujer octogenaria con las mejores intenciones de sentirse restauradora que seguramente pensó algo como "total, qué tan difícil puede ser retocar el rostro del Cristo" han sido los protagonistas de una noticia que desde mi muy personal punto de vista es de lo más divertido y adorable que hemos oído en mucho tiempo.
Por supuesto no faltan quienes se han sentido terriblemente molestos, ofendidos, ultrajados, despojados de un gran patrimonio cultural e incluso ha habido quien pide la restitución del daño de forma monetaria para los descendientes del pintor...  Por otro lado tenemos a quienes casi quieren que se le haga un altar a la anciana por poner al pueblo en la mira internacional y generar una derrama económica con los medios y turistas que se ha dejado llegar para ver la dichosa obra y lo bien que ha caído esto, sobre todo cuando la recesión se deja caer duro sobre España. Hasta un sitio de internet recauda ya peticiones para que la obra se deje tal como está aludiendo a que la abuela ha sido la única que ha transformado una pintura clásica en pop.
Pero bueno, más allá de todas estas cuestiones Doña Cecilia se ha convertido en un ícono mundial por su bendita locura y la inocencia que la ha llevado a actuar de buena voluntad y aún cuando el resultado no ha sido exactamente el esperado nos ha hecho voltear los ojos a un hecho y a un lugar donde nadie está muriendo ni el peor mal se ha cernido sobre el mundo.
Reflexionaba sobre lo esto cuando entramos a ver una película  "Intouchables" título en francés que aquí tradujeron como "Amigos" y les diré por qué relacioné estos hechos que aparentemente no tienen nada que ver.

La película cuenta una historia real de  un millonario que queda cuadraplégico tras un accidente y de cómo por azares del destino un hombre sin entrenamiento ni estudios de enfermero o terapeuta, y aparentemente el menos calificado para hacerlo, acaba siendo su cuidador y por su misma visión de la vida, inocencia, desparpajo, y atrevimiento lo lleva a hacer locuras que ningún cuidador profesional haría, pero también logra lo que ninguno de ellos hubiera podido... hacer que se sienta vivo nuevamente. 
Entonces pensé en la abuela restauradora, es obvio que fue por amor, por fe que quiso hacer algo con esa pintura; las cosas no resultaron como ella pensaba y creo que hasta en un ataque de ansiedad cayó ante tanta presión social y acoso de los medios pero mi pregunta sería ¿cuántas personas de 81 años se atreverían a hacer algo así? a ir más allá de sugerir o pensar que algo debe hacerse y tomar la iniciativa de hacerlo.

Todos hemos hecho locuras, claro no tan públicas ni mediatizadas  pero al final del día ¿qué sería la vida si no existiera dentro de nosotros esa chispa que nos lleva a hacer cosas que  a veces ni nosotros podemos explicar? y es que en ocasiones la locura y la pasión de la mano de la inocencia o el desconocimiento  nos llevan a hacer algo que de otro modo no haríamos pues quizá sin esa ignorancia no nos atreveríamos a transgredir los límites que nosotros mismos u otros nos han impuesto, Esta candidez para traspasar nuestros propios miedos o tabús al ir en pos de algo que nos apasiona o que amamos son al final del día las cosas que nos hacen sentir vivos. Ojalá siempre guardemos dentro del corazón ese poquito de locura que nos haga aferrarnos a la vida a nuestro modo que nos recuerde que la vida es lo que nosotros hacemos de ella sin importar que el camino no siempre sea el mejor o lo que los demás piensen al respecto. Seguramente cometeremos errores y tal vez no todo sea perfecto pero después de todo ¿la vida es así no?  prueba y error y volver a tratar...

Dice una vieja fábula que hace mucho tiempo los sentimientos jugaron escondidas en la tierra por primera vez, durante el juego la locura hirió por accidente los ojos del amor  y desde ese día el amor es ciego y la locura lo acompaña siempre...



Felices reflexiones...

3 comentarios:

  1. Yo lo que digo: "el camino al infierno, esta empedrado con buenas intenciones..."

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    1. Querido Abraham estoy de acuerdo pero me parece que el verdadero sentido de esa frase se aplica para las personas que siempre tienen las intenciones de hacer algo bueno pero nunca lo concretan lo que se traduciría en otra que es también muy popular "hechos son amores y no buenas razones". Aquí lo que trato de decir es que muchas veces el desconocimiento o la inocencia nos llevan a hacer cosas que de no exisitir estas condiciones tal vez no haríamos... Ve la peli, sé que me entenderás perfecto.
      Te mando un abrazo y gracias por leer :)

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  2. Prefiero estar loco y ser feliz, que estar cuerdo y ser un amargado... Bendita Cecilia que nos dio mucho que leer, mucho que ver pero sobretodo mucho que reir...

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