viernes, 14 de septiembre de 2012

Mis muchos Méxicos...





Nací por la gracia de Dios en esta tierra que tanto amo,  que me ha bañado con sus mares, calentado con su sol y me ha hecho tanto loca y alegre como sentimental, intensa y soñadora. En esta tierra que es muchas y muchos, que es el blanco de las casas de pueblo con sus tejas rojas, pero también la mansión de las Lomas, las boutiques de Polanco, las ciudades perdidas y los pueblos de la sierra.

México... mi México tan Mágico, cómico, musical... como la Carabina de Ambrosio, tan surrealista, tan increíblemente bello y a veces tan difícil de entender y de aceptar. 

México, tan lleno de color como de sangre en los últimos tiempos, tan señor  en tradiciones y  tan esclavo y rehén de la globalización, de los partidos políticos, de los cárteles de la droga, de los intereses económicos de la corrupción y de nuestra apatía ciudadana. Tan diverso, tan cambiante... Tan rico en recursos en artistas, en sabores, pero tan pobre en educación, en civismo y voluntad... tan dividido y complejo.
México donde todo se olvida en un cerrar de ojos y hoy ardemos por algo pero mañana ya pasó. 

Tuve la fortuna de que mis padres me enseñaran a amar a mis país aún cuando a veces nos asuste, nos desconcierte y nos duela y trato de hacer lo mismo con mis hijos; de enseñarles a amar las tradiciones, la historia, la gastronomía, el arte, los pueblos, los mercados, la música. Trato día a día  que sepan que no todo es Maroon 5, hamburguesas o sushi, ir de vacaciones al extranjero y vestir Abercrombie... que hay lugares hermosos, gente valiosa, y mucho por hacer ; que debemos sentirnos afortunados y responsables de vivir en esta tierra y de lo que hagamos en ella y que aún con todas las diferencias entre los habitantes somos el mismo país al que tenemos que conocer, aceptar y querer como es sin dejar de intentar que sea mejor.


México, a quien tanto le hemos fallado... con nuestra indiferencia, con la premura del día a día en que oímos pero no hacemos nada y en el que muchas veces  el temor se apodera de nosotros y nos hace inoperantes. Hoy en día no es suficiente ser un buen ciudadano e ir a trabajar todos los días y vivir y cumplir lo mejor que se pueda...  Es hora de comprometernos más allá, de tomar banderas y luchar por ellas como sociedad; tiempo de exigir un cambio del poder corrupto e indiferente, de la ignorancia, del miedo, de la pobreza... por que México en todas sus formas es NUESTRO con todas sus debilidades y grandeza, no de los políticos, no de las transnacionales, no de los narcos, ni de Slim/Salinas o televisa...  
Es necesario que luchemos por acortar las marcadas distancias sociales que nos separan, las terribles desigualdades que solo han generado resentimiento y confrontación. Tiempo de dejar atrás los resentimientos, los fatalismos y el complejo de víctimas de los conquistadores que tantas veces arrastramos o las ínfulas de conquistador que a tantos pierden. De exigir a los políticos que antepongan al país y no sus curules, su porcentaje de participación en el congreso o la cuota de su partido.
Es hora de dejar de responsabilizar al gobierno, al PAN, al PRI, al PRD , a Felipe Calderón, al Peje a Peña Nieto y a la madre del muerto de las cosas que no hemos resuelto como sociedad, de lo que hemos callado, de lo que no hemos exigido, de lo que hemos dejado pasar impune por que hoy nos ofende pero mañana avanzamos al mundial y se nos olvida y además ni es mi bronca. Es tiempo de exigir una buena educación, gobernantes honestos y responsables, ciudadanos mejores...

Quiero creer que aún podemos curar a este país de varios de los males que le aquejan pues aunque no hay países ni pueblos perfectos,  hoy en día hay miles de mexicanos talentosos, comprometidos, trabajadores. Con una nueva mentalidad, dispuestos a luchar por lo que creen,  a no dejarse, a ser mejores,  a despertar  y a hacer de ti el país que que tanto deseamos.



¡ Qué Viva México! qué viva siempre...  

1 comentario:

  1. Es hora de sumarnos quienes queremos un México mejor. Es momento de generar sinergia entre quienes queremos lo mismo. Hace año y medio que escribiste esto, algunos recogíamos el ánimo del suelo porque tendríamos que dejar muchas cosas a medias. Nuestra tarea no estaba concluída y teníamos que poner nuestras cosas en cajas y esperar que no tiraran a la basura todo nuestro esfuerzo sólo porque era nuestro. Año y medio después, el ánimo está de regreso y con él, la confianza de que se abrirán los espacios y los caminos para volver a servir. Ahora con más madurez y seguridad, con un rumbo más claro y con menos intermediarios.
    Ahora estamos equipados con más amor a México y una Causa más clara
    Viene apenas lo mejor
    Brazos

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