martes, 24 de septiembre de 2013

Había una vez un país...

Había una vez un país que un día perdió la memoria...
Olvidó los valores  y las leyes, olvidó el valor de dar tu palabra, 
El valor de ser honorable y de no vivir en la permanente ley de "el que no tranza no avanza¨
Olvidó la paz al caer presa del resentimiento social,  las injusticias y la total impunidad que tanto indigna y amarga por la impotencia que genera.
Olvidó las luchas sociales, pero las luchas de verdad, no las que pretenden serlo cuando sabemos que sirven a intereses mezquinos que nada tienen que ver con causas nobles;  olvidó su corazón perdido en eso que llaman "globalización", de la que nadie se escapa,...Olvidó su risa en algún lugar de la sierra entre el hambre y las carencias de los tarahumaras, de los rarámuris, de los tzotsiles, de los niños sin clases, de los crímenes sin castigo.
Había una vez un país,  dividido en varias partes pequeñitas que tenían mucho y millones de piezas minúsculas que no tenía nada...Un país de políticos corruptos e ineptos que nunca lograban ponerse de acuerdo  por el país y dejar sus diferencias de lado.; de personas apáticas e indiferentes enchufadas a una mentira llamada "canal de las estrellas" que nunca hicieron nada por él mas que lamentarse y criticar sin mover ni un solo dedo para que las cosas cambiaran.
Había una vez un país... con el alma apachurrada


1 comentario:

  1. Ese país tiene hoy una nueva generación de personas que creemos en la justicia y en la libertad, y creemos que se puede construir un gobierno que Sirva a la gente. Esa nueva generación, no muy amplia, estamos preparando nuestra llegada, para tomar por asalto los espacios que durante demasiados años han mal utilizado quienes no aman a México. Queremos construir un país de personas libres, diversas y sobre todo, felices. Queremos construir un país en el que todos quepan y en el que existan Oportunidades y Caminos para que el único límite de la Felicidad personal sea, la voluntad propia.
    No será un camino fácil. La resistencia al cambio y el arraigo de quienes han ostentado el poder hasta hoy, es enorme. Pero también es Enorme nuestro Amor por México! Y con esa fuerza y con la confianza de quienes creen en nosotros, vamos a dar la vida por lograrlo.
    Es una Promesa, y un Compromiso

    Brazos

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