jueves, 11 de diciembre de 2014

El fondo, la forma y sus diferentes percepciones...

Seguramente les ha pasado que alguien les cuenta una idea genial que tiene y cuando nos enseñan su ejecución ponemos cara de What? pensando ¿por qué lo hizo así? ¡si sonaba maravilloso!
Vienen a mi mente campañas publicitarias o películas donde acabas diciendo chin… si la idea/historia era excelente cómo acabó siendo esta mierda...
Sin duda empatar el fondo —al que también le podríamos llamar  idea  o intención— con su forma que se traduce en aquello que hacemos como expresión de la idea, es un arte que solo pocos traen en el bagaje genealógico, la mayoría desarrollamos a través de las experiencias en la vida y algunos jamás  lo llegan a dominar.
Seguramente durante varios de ustedes vieron ayer en las noticias las imágenes de Adán Cortez, el joven de 21 años que haciéndose pasar por periodista irrumpió en la ceremonia de entrega del  premio Nobel que se otorgó a Malala Yousafzai a quien éste se acercó para intentar decirle algo que los medios reprodujeron como "Malala Mexico, please!" siendo detenido y retirado de ahí por elementos de seguridad solo unos segundos después. Comentaba el hecho con un amigo y le dije que en cierto modo el tipo me había conmovido a lo que él respondió "¡pues a mi me cagó que un güey que no ha hecho nada en su vida mas que ir a una marcha por los de Ayotzinapa se atreva a opacarle el momento a una niña que es un ícono mundial, quén le dijo a ese imbécil que podía compartir ese escenario y ese momento con ella; ¡solo quiso sentirse protagonista!".
Yo me quedé pensando y no dije nada inmediatamente, pues visto desde esa perspectiva sin duda la acción es despreciable y no motiva ninguna empatía, más bien la reprobación colectiva. Sin embargo yo la estaba viendo desde una óptica un poco distinta. Cuando vi la imagen me pregunté qué estaría pasando por la cabeza de ese chavo que lo impulsó a hacer eso, sería a caso su admiración por Malala, el pensar que si lograba tocarla de alguna manera ella podría ayudar en algo, o simplemente llamar la atención mundial hacia lo que está pasando en el país. Tal vez se sintió identificado o inspirado por la valentía, el coraje y la inteligencia de esta maravillosa jóven a quien aún si le hubiera echado una sábana encima no hubiera podido opacar porque simplemente NO hay forma de hacerlo. Quiero pensar que el haber ido hasta allá y arriesgarse a hacer lo que hizo a sabiendas de que iba a ser detenido, y sancionado de algún modo  fue por una intención noble, motivado por la admiración y en un intento de decirle a Malala "Si tú lo dices te escucharán". En pocas palabras me gustaría pensar que aún cuando la forma no fue la mejor, el fondo era bueno… Lo sé, quizá soy demasiado soñadora pero es que no puedo ser de otra manera.
A veces los sueños nos impulsan a hacer cosas muy locas o estúpidas y sin embargo no todo mundo tiene el valor para hacerlas. Me encantaría creer que ese sueño es el fondo de esta forma por muy mal que se haya visto, pero eso solo el tiempo nos lo dirá.





Felices reflexiones... 

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