Lo miraba fijamente y oía con atención cada una de las palabras que de su boca salían para llenar el espacio de magia, de ideas, de historias; de sus ganas de compartirse desde lo más profundo ... y todo era perfecto y el mundo se detuvo y se quedó atrapado en ese breve espacio que había entre sus miradas.
Pasaron los minutos y se volvieron horas, se rieron y lloraron, se hablaron con los ojos y hasta con el silencio. Luego llegó el momento al que todos tememos, el más odiado en el diccionario de momentos. Lo abrazó con fuerza y se perdió en sus brazos sintiendo que flotaba mientras lo oía decirle "me quedaré por siempre"
Se soltó de su abrazo, le sonrió traviesa y preparó la vida...
Ya está preparado todo......para siempre
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