domingo, 30 de octubre de 2011

20 años...





Sin pensarlo mucho le respondió el mensaje..."ahí te veo" texteó luego se miró en el espejo y dijo  
---bueno, de lavarse el pelo ni hablamos, me tardaría una hora en secarme bah, no voy a conquistarlo, es solo un re encuentro y de todos modos nunca le gusté tanto.  Se cambió la playera por un suéter negro de escote en v medio entallado, se maquilló con esmero y salió al encuentro de ese hombre a quien no había visto en demasiados años. En realidad habían salido algunas veces y se divertían pero nunca había habido nada, ni la mano le había dado siquiera. Antes de salir se miro nuevamente al espejo -Ah... good enough... pensó  tomó su chamarra verde, esa que capturaba las miradas de quienes la veían pasar y que a ultimas fechas se había convertido en un tipo de "amuleto de buena suerte".

Llego con la mariposa en el estómago que  revolotea cuando se siente emoción, caminó hacia la mesa y los ojos de él la siguieron desde donde se encontraba sentado con un amigo... habían pasado más de 18 años desde que la última vez que habían estado frente a frente. Se sonrieron y se saludaron con un abrazo cariñoso    --No pensé que fueras a venir,  le dijo  --Aún puedo sorprenderte --contestó ella-   Lo encontró encantador como siempre, con ese suéter rojo que tan bien le quedaba, sus lentes, y el pelo un poco largo que siempre había sido su estilo... Se sintió aliviada de que hubiera alguien más en la mesa, su amigo Enrique resultó ser un tipo agradable eso aligeró la tensión de los nervios que sentía.. Pasaron los minutos y las horas platicando, brindando, recordando...  Enrique se levantó al baño y  de repente la tocó en el hombro --¿Estas de acuerdo en que la química es impresionante? le dijo en voz baja mirándola fijamente y ella asintió cerrando los ojos.
Ya tenía que irse, era tarde...él la acompañó a la puerta. Al llegar su auto sin que supiera ni como sintió que su boca se apoderaba de ella y no pudo mas que dejarse llevar y responderle con la misma intensidad que el demostraba y en un beso largo, húmedo y apasionado se dijeron todo aquello que no habían expresado antes... él se quedó mirándola y le dijo --¿Sabes las ganas que tenía de darte un beso?
ella simplemente acarició su mejilla y dijo --Esperé 20 años

Se metió a la cama con esa cálida sensación de estar flotando y con el recuerdo de sus labios demandantes, y se quedó dormida al poco rato. Por la mañana despertó, abrió los ojos y vio su teléfono flasheando en el buró...
   ---Que se repita
sonrió, cerró los ojos y se volvió a enrollar en las sábanas mientras pensaba --Ah la vida... nunca deja de sorprenderme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario