miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sí, llegó de nuevo...



Hace unos días los primos del norte celebraron  el  "Día de Gracias" Así después del pavo, puré de papa y pay de calabaza llego el Black Friday y quedó oficialmente inaugurada la temporada de  ¡¡¡¡ ventasss!!!, perdóooooon quise decir Navideña...
 Durante varios días he estado leyendo comentarios de varias personas que hablan del estado de animo  de "Grinch" que les provoca la navidad aludiendo al personaje verde aquel que, creo, todos conocemos de Dr. Seuss.  Por las cosas que dijeron es mi sentir que lo que en realidad todos odian de la navidad es lo que se espera de nosotros en esta época y el estrés que eso genera, creo que lo que nos pone mal es la presión de "Tener que"...tener que  ¿qué?... pues muchas cosas, empezando por la adornada de la casa, siguiendo con los gastos de regalos, comidas, intercambios -donde acabarás recibiendo... otra linda mascadita yeeeiii, y por supuesto la cena ¡que viva el pavo, el bacalao de la abuela y los turrones -que siempre has odiado- seguidos del tú me das, entonces yo te tengo que dar, tú me invitas, entonces yo te tengo que invitar- o tengo que ir-  además de la obligación de mostrar una linda sonrisa y cantar villancicos todo el día. Por si esto fuera poco podemos añadir algunos cuantos elementos que bien pueden conducir a cualquiera a la locura  como el tráfico desquiciado de la ciudad, las aglomeraciones en los centros comerciales donde todo mundo busca la mejor barata y el mejor regalo para acabar dando algo innecesario a quienes de nada carecen... ¿ o miento? por que aún cuando regalar es un placer créanme surtir una lista de 30, 40 o 50 regalos sí puede convertirse en una tortura... y para cerrar con broche de oro miles de enfermos catarrientos y mocosos que tosen a nuestro alrededor y no quieren que les de ni el sol.

La Navidad debe ser un placer, como cuando éramos niños, no es una obligación, debe llevarnos a la convivencia a la reflexión y si no lo sienten así es un tiempo muerto, desperdiciado, no hay nada más contraproducente que hacer algo que se supone debe ser por gusto como si se tratara de una obligación. 
Durante los últimos años he aprendido a ser más libre, menos obsesiva a hacer más las cosas que siento que quiero hacer, con quien quiero hacerlas y a ignorar las que "se espera que haga", obviamente dentro de un marco de responsabilidad - hay algunas cosas que no me gustan de las que no me libra ni Dios Padre- Aclaro de antemano, lo anterior no siempre es bien recibido y saben qué?... NI MODO... y  así a veces doy respuestas que antes nunca hubiera dado, hago cosas que nunca hubiera imaginado que haría y en general me doy más permisos para actuar conforme a lo que siento y no a lo que se espera de mi. 
Así que mi humilde consejo para esta navidad  es que no se estresen tanto por esas cosas que al final del día son lo menos importante de lo más importante, da igual si  transforman su  casa o solo ponen una corona, si echan la casa por la ventana o hacen algo tranquilo...   regalen perdón, regalen compresión, sonrisas, cariño,  tolerancia, una llamada o una visita a quien tanto la espera, una tarjeta con un lindo mensaje , regalen-se...la navidad se lleva en el corazón, se representa con cosas materiales al igual que los chocolates del 14 de febrero pero NO es esas cosas. 
La navidad  para los católicos  es el recordar que tanto amó Dios al hombre que le mandó a su hijo para salvarlo de las cadenas del egoísmo que ahogan su esencia divina y que nuestra misión en esta tierra es amar y tratar de hacer del mundo un lugar un poquito mejor compartiendo lo que tenemos y lo que somos con nuestras familias, amigos, conocidos y , muy importante,  con aquellos que tan poco tienen que tantas veces son solo una noticia en el periódico. Para los no católicos la navidad es un maravilloso pretexto para reunirse y  compartir para hacer un alto en el camino y recordar que el sentimiento maestro es el amor y que los actos sin amor son como música sin alma...Eso mis queridos es la verdadera esencia de la navidad no decorar, no comprar, no ir hasta a la última fiesta o reunión de la temporada...
Si pudiéramos lograr más eso les aseguro que el sentimiento de muchos Grinchs disminuiría notablemente.

Felices reflexiones...






2 comentarios:

  1. Ya publique...Algo de los Grinches, que redondea muy bien lo que escribes aqui. Estamos en el mismo canal.

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